lunes, 26 de mayo de 2014

CASTELLAR DE MECA. AYORA.

Sobre un cerro alargado, el Mugrón de Meca, que proporciona un lugar estratégico de vigilancia y de seguridad, aparecen los restos de un poblado que por su enclave, ha servido de morada para decenas de generaciones de personas desde la Edad del Bronce, pasando por la época ibera, después con la romanización y por último hasta la Edad Media.

Viendo las profundas rodadas del Camino Hondo puedes imaginar a los arrieros y sus carros cargados con la cosecha, tirados por bueyes, caminando despacio y sin pausa para alcanzar la cima de la colina rodeándola en todo su perímetro para evitar la pendiente facilitando la subida.


La cara de un simio parece esperarnos a la llegada.
Parte de la muralla.
El Camino Hondo.

Aljibe.


Pesebres para los bueyes y caballería.

Restos de viviendas.
Confluencia de caminos.
Aljibes y almacenes de víveres.
Escalera de acceso tallada en la roca viva.
Un lugar estratégico.

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