martes, 16 de enero de 2018

"LOS PINILLOS" DE CASAS IBÁÑEZ





A todos nos ha ocurrido algo parecido al ver Los Pinillos sin esos pinos centenarios que nos han acompañado durante toda nuestra vida. Son recuerdos de la niñez y de la adolescencia y juventud, esperando la apertura de la escuela parroquial, jugando en la fuente, o en el suelo, entre aquellas hormigas corredoras, al guá o al hincado, sentados con las "guachas" en los bancos hablando de banalidades, preocupaciones o inquietudes, contando chistes u organizando algún guateque. Hasta hubo un quiosco de helados. Además es un lugar de encuentro, para el deporte; las bochas, la pelota a mano o el futbito; un lugar de alegría acompañado muchas veces con banda de música, bien a la espera de la apertura de la plaza de toros en sus espectáculos, acompañar la salida de hombros o del arrastre de los toros camino del desolladero. También, de la bienvenida primaveral de la Virgen de la Cabeza y su adiós veraniego, y de las hogueras del Cristo de La Salud que se encendían a su paso. Fiestas y celebraciones entre las que estaba la del barrio Frontón. Aun se oye el revuelo diario del matadero y actualmente, el del mercadillo o del Centro de Día. Un lugar de descanso, al frescor de la tierra húmeda, es lo que proporcionaba esta pequeña parcela de verdor que tardará en volver a ofrecer. Y conversaciones acaloradas sobre la recolección, los precios, la política, los veneros de agua, el tiempo meteorológico y el clima, los cotilleos y las maldades cotidianas...
Pero los tiempos cambian, la seguridad y la estética es un bien común que tenemos que preservar en beneficio de todos nosotros y de los que vienen detrás.
Esto ya ha ocurrido alguna vez, sin ir más lejos en los Pinillos de la Báscula. Aquello, tras el arranque y limpieza, parecía la "zona cero" y ahora con el paso de los años no está tan mal. Han crecido las plantas y los árboles y ahora es un rincón de paz y de regocijo como lo fue antaño. Y algo parecido pasará en este caso, pero cuesta hacerse a la idea, es lo normal. Estas operaciones se hacen por mejorar y hay que tener paciencia. Un saludo de Sebastián Tolosa Cernicharo.





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