HOMENAJE A LA PAJA Y AL RASTROJO.
El cereal ocupa una gran extensión en la Manchuela y ha sido básico en la economía agrícola. Las faenas que conllevaba entre la siega y la separación del grano y la paja, llevaba más de un mes a base de trabajos duros de sol a sol, segando y trillando, aventando, en las denominadas eras, toda la familia. Hombres fornidos que se comían un jamón para almorzar, mujeres y niños colaborando con el botijo o el escobón... A base de rulos de piedra, palas, horcas, arneros, trillos y trillas, caballerías... Polvo sudor y lágrimas.
Hago aquí un homenaje a la paja y a los rastrojos. Hoy en quince días escasos, desaparece el trigo y la cebada de los bancales, y la paja se empaca para facilitar el almacenaje.
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